Un adiós definitivo

Aquí se ve a Illidan en el campamento base de los elfos nocturnos, preparándose para partir, ya que debe cuidarse de la ira de Kil'Jaeden, a quién traicionó ayudando a los elfos. Les explica a Malfurion y Tyrande que nunca quizo controlar el mundo, sino que solo quizo poder, para demostrar así su valia. Cuando abre un portal dimensional y se retira, Maiev aparece y reprende al archi-druida y la sacerdotisa de la luna por su falta de sentido de la justicia, y cuando Tyrande trata de explicarle que Illidan ya no suponía una amenaza, esta la ignora y persigue a Illidan junto a muchas fuerzas de las Vigilantes, y Malfurion le dice a Tyrande que Maiev se había vuelto toda caza, y esperaba que sólo esperaba que en su celo, no causara mas confusión de la que había causado Illidan, y Tyrande le dice que se merecían un descanso, y que regresaran a casa.